Hace un par de días me realizaron una entrevista en relación a mi proyecto Os Larpeiros do Nocturama y ahora ha salido publicada en el blog de IdeasPropias Editorial. Me apetecía compartirlo con todos vosotros, por lo que si tenéis un ratito o simplemente os petece echar un vistazo podéis acceder al contenido de esta entrevista en el siguiente enlace.
Es por esto que, quizás por un arrebato de nostalgia, he desenpolvado los originales de este proyecto y me he topado con una de las primeras propuestas que realicé para la portada del libro en la que aparecen todos los personajes protagonistas... ¡a mi me parece muy divertida!
Es por esto que, quizás por un arrebato de nostalgia, he desenpolvado los originales de este proyecto y me he topado con una de las primeras propuestas que realicé para la portada del libro en la que aparecen todos los personajes protagonistas... ¡a mi me parece muy divertida!
Bueno, pues ya estoy de vuelta, con las pilas cargadas y con muchas ideas frescas rondando por mi cabecita. El curso ha estado muy interesante; muchas gracias a Sandra López, Angel Domingo y a Llanos de la Torre por hacernos sentir tan cómodos, por sus buenos consejos y por su tiempo. He tomado buena nota del curso y ya he empezando a aplicar parte de contenidos en mi quehacer diario, aunque me queda mucho camino por recorrer...
Para
los más curiosos, la propia Agencia Pencil ha dedicado un post a esta
más que provechosa experiencia, de la que me siento más que afortunada
por haber sido seleccionada a participar. Y aunque ha sido por muy poco
tiempo también he tenido la oportunidad de conocer a otros colegas de
profesión.
Y estirando un poco el tiempo del fin de semana también he podido pasear por la ciudad en busca de rincones que forman parte de la historia familiar, de los típicos encuentros gastronómicos y de simplemente los (re)encuentros...
Este fin de semana promete ser completito: reunión de trabajo, visita a la capital, curso más que interesante en el centro de arte/ dibujo/ ilustración Museo ABC, pasar el rato con viejos amigos... ¿qué más se puede pedir?